Entorno y hábitos conscientes
Elige texturas suaves, aromas discretos como lavanda y una paleta de colores calmante. Guarda objetos que te activen mentalmente y prioriza lo esencial. Antes de acostarte, realiza una mini-ceremonia: alisa las sábanas, abre una ventana un minuto y agradece el refugio que te ofrece tu habitación.
Entorno y hábitos conscientes
Observa la luz que entra al atardecer, baja gradualmente la intensidad y evita focos fríos. Mantén una temperatura fresca y constante. Si hay ruidos, usa tapones o ruido blanco consciente. Ajusta un elemento por noche y registra sensaciones; así descubrirás qué combinación te relaja más profundamente.
Entorno y hábitos conscientes
Nota cómo responde tu cuerpo a cada estimulante. Experimenta con límites horarios y cantidades desde la curiosidad, no la culpa. Si una tarde te pasaste, compénsalo con hidratación, movimiento suave y una cena ligera. Es un proceso: aprende del efecto, ajusta con cariño y comparte tus descubrimientos.
Entorno y hábitos conscientes
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Ut elit tellus, luctus nec ullamcorper mattis, pulvinar dapibus leo.
